Hay momentos en los que sentimos que la vida se nos queda pequeña. Que algo en nuestro interior pide un cambio, pero no sabemos por dónde empezar. A veces es después de una ruptura, otras tras años de aguantar relaciones que nos han desgastado… y otras, simplemente, porque nos hemos dado cuenta de que llevamos demasiado tiempo alejados de nosotros mismos.
La Terapia Gestalt es, para muchos, ese punto de inflexión. No es magia ni palabras bonitas: es un proceso vivo, que te invita a dejar de mirar hacia atrás con culpa o hacia adelante con ansiedad, para empezar a habitar tu presente con más conciencia y más verdad.
Yo trabajo con personas que han pasado por relaciones dolorosas y que quieren reconstruirse desde dentro. Lo hago combinando la Gestalt con herramientas de coaching y otras formaciones, porque sé que tomar conciencia es importante… pero convertir esa conciencia en acción lo es aún más.
Lo que encontrarás en estas líneas
No esperes una definición fría. Aquí no te voy a soltar conceptos para que los memorices.
Quiero que, mientras leas, sientas que este camino podría ser también para ti.
Vamos a recorrer:
- Qué es y qué no es la Terapia Gestalt.
- Cómo es una sesión por dentro, sin guiones ni máscaras.
- Los beneficios reales que puede traer a tu vida.
- Ejemplos que te ayudarán a visualizarlo.
- Pasos para integrarla en tu día a día.
- Ejercicios y recursos que puedes empezar a usar ya.
- Respuestas a esas preguntas que suelen aparecer antes de dar el paso.
Todo con un objetivo: que al llegar al final, tengas claro si es el momento de abrir esta puerta.
Qué es la Terapia Gestalt (y por qué no se parece a lo que imaginas)
Si buscas en internet encontrarás definiciones que suenan a manual: enfoque terapéutico creado en los años 40, centrado en el presente y la responsabilidad personal. Todo correcto… pero falta alma.
La Gestalt, en realidad, es como encender la luz en una habitación donde llevabas años moviéndote a oscuras. No es que la habitación cambie: eres tú quien, por fin, puede verla.
Tres principios que la sostienen
- Estar aquí y ahora
No es una frase bonita para colgar en Instagram. Es entrenarte para dejar de vivir en modo repetición (reviviendo el pasado) o en modo ensayo (anticipando el futuro). Es aprender a quedarte en este instante, que es el único en el que puedes actuar.
- Recuperar tu poder
En Gestalt, la responsabilidad no es un castigo: es la llave para recuperar tu capacidad de elegir.
- Integrar tus partes
No tienes que borrar lo que no te gusta de ti. El cambio llega cuando puedes aceptar y hacer las paces con todas tus caras: la que ama y la que se protege, la que confía y la que desconfía.
Así se vive una sesión
Si esperas un diván y un terapeuta que asienta en silencio, olvídalo. La sesión es un espacio vivo, con diálogo, pausas, silencios que hablan y técnicas que a veces sorprenden.
Algunas herramientas que usamos:
- La silla vacía: te sientas frente a una silla y, en ella, “colocas” a alguien con quien necesitas hablar… o a una parte de ti. Lo que surge suele ser revelador.
- Trabajo corporal: el cuerpo guarda información que la mente esconde. Observar un gesto, una tensión o una respiración nos dice mucho.
- Ensayos: recrear situaciones que te incomodan para practicar nuevas formas de responder.
Cómo empezar tu propio proceso Gestalt
1. Encuentra a tu acompañante
No todos los terapeutas trabajan igual. Busca a alguien con formación en Gestalt y experiencia con procesos como el tuyo. En Senda Gestalt acompaño especialmente a quienes quieren sanar relaciones y reconstruirse.
2. Haz un pacto contigo
El cambio necesita tiempo y compromiso. No se trata de sesiones sueltas, sino de un camino que vas recorriendo paso a paso.
3. Llévalo a tu vida
Lo que descubres en consulta cobra fuerza cuando lo aplicas fuera.
Algunas ideas sencillas:
- Escribe cada día un par de frases sobre cómo te sientes.
- Haz una pausa consciente varias veces al día para escucharte.
- Practica decir “no” en cosas pequeñas para que te salga natural en las grandes.
Recursos para potenciar el cambio
- Mapa de relaciones: dibuja tus vínculos más importantes y anota cómo te hacen sentir.
- El observador: dedica cinco minutos a notar tus pensamientos sin juzgarlos.
Lecturas que recomiendo:
- El enfoque Gestalt – Fritz Perls.
- Gestalt de persona a persona – Serge Ginger.
Y si quieres ir más allá, en Trabaja conmigo combino la Gestalt con coaching para que no solo tomes conciencia, sino que muevas ficha.
Dudas frecuentes
¿Es solo para personas con problemas serios?
No. También es para quienes quieren conocerse mejor o mejorar sus relaciones.
¿Cuándo se notan cambios?
Cada persona es distinta, pero incluso las primeras sesiones pueden darte claridad y alivio.
¿En qué se diferencia de otras terapias?
Aquí no hablamos sobre lo que sientes: lo vives y lo trabajas en el momento.
Si sientes que es tu momento
La Terapia Gestalt no es un arreglo rápido. Es un viaje hacia ti.
Un lugar donde podrás soltar lo que no necesitas, abrazar lo que eres y abrirte a lo que viene.
En Senda Gestalt encontrarás un espacio seguro para hacerlo. Un lugar donde no tienes que fingir, donde tu historia importa y donde cada paso cuenta.
Porque cuidar tu bienestar emocional no es un lujo. Es la base para vivir con más verdad.