El “Triángulo Dramático” puede estar saboteando tus vínculos

¿Te has encontrado en algún momento intentando salvar a tu pareja responsabilizándote de lo que le pasa y haciéndote cargo de sus problemas? ¿Has echado la culpa a tu pareja de tus problemas, evitando responsabilizarte de tu parte? ¿Has amenazado con dejar la relación, manipulando con el miedo?

Si te sientes identificad@ en alguna de estas situaciones, puede que estés dentro de los patrones del triángulo dramático de las relaciones que descubrió el psicólogo estadounidense Steven Karpman. Esta dinámica, no es estática, sino que van cambiando los roles, en distintos momentos de la relación y nos vamos moviendo dentro del triángulo.

Vamos a ver estos roles uno a uno y cómo podemos salir de esta dinámica poco saludable, para que cuando te veas envuelta en ella, sepas cómo salir y entrar en una dinámica más saludable y funcional.

La Víctima

Si manipulas con culpa, te cuesta tomar responsabilidades y eres dependiente de tu pareja, mira a ver si estás en este rol. Si te ves mucho en la queja, culpando a otros o al mundo de tu situación. Te gusta llamar la atención para que te cuiden o te salven. Así, atraes salvadores y perseguidores en tu vida. 

El Salvador

Te sientes valios@ cuando los demás establecen vínculos de dependencia contigo. Te crees capaz de resolver los problemas de los demás. Evitas que los demás conecten con las consecuencias de sus acciones.

El perseguidor

Cuando estás en este rol manipulas mucho con miedo y ejerces tu poder para usar al otro en tu propio beneficio. Te sientes valios@ cuando te temen y reaccionan ante tus provocaciones.

Veamos un ejemplo

Para clarificar esta dinámica, veamos un ejemplo. Imaginemos una pareja conformada por María y Pedro. María es una persona muy insegura y dependiente emocionalmente de Pedro. Pedro, por su parte, es una persona muy controladora y protectora.

En esta dinámica, María sería la Víctima, ya que se siente impotente y vulnerable ante la situación y cree que no puede hacer nada para cambiarla. Por otro lado, Pedro sería el Salvador, ya que se siente responsable de proteger y cuidar a María, y cree que es su deber solucionar todos sus problemas.

Esta dinámica puede ser muy disfuncional para la pareja, ya que María se acostumbra a depender de Pedro para todo y no desarrolla su propia autonomía, mientras que Pedro se siente agobiado por tener que ser el responsable de todo y no puede disfrutar de su propia vida.

Sin embargo, estos roles no son fijos y pueden intercambiarse entre las personas involucradas en el drama. Por ejemplo, la víctima puede convertirse en perseguidor si se siente amenazada y el salvador puede convertirse en víctima si se siente abrumado por la situación.

En el ejemplo anterior, si María comienza a sentirse frustrada y resentida por la sobreprotección de Pedro, puede pasar a convertirse en Perseguidor. En este caso, María podría comenzar a culpar a Pedro por su dependencia emocional y exigirle que le permita más autonomía. Por otro lado, Pedro, al sentirse atacado por María, podría pasar a convertirse en Víctima. En este caso, Pedro podría sentirse abrumado por las demandas de María y creer que no puede hacer nada para satisfacer sus necesidades.

 Cambiar a roles más maduros

La víctima: Tienes que reconocer tu sufrimiento o problema, pero a la vez asumir la responsabilidad para resolverlo. Desarrollar tus capacidades con una actitud más proactiva y ganar confianza en ti mism@.

El Salvador: necesitas respetar la capacidad de tu pareja para resolver sus problemas, sin asumir responsabilidades que no son tuyas. Aprender a poner límites y decir que no. Permítete también expresar tus deseos y déjate ayudar.

El perseguidor:  Tienes que pasar de perseguir a expresar tus necesidades de una forma asertiva, sin castigar. En vez de amenazar, plantear objetivos o acuerdos para que las demás personas con sus habilidades los asuman. También necesitas asumir tu vulnerabilidad, que tienes reprimida.

¿Qué pasos se pueden dar para salir del triángulo?

1. Tomar conciencia de la dinámica: Lo primero que debes hacer es reconocer que estás atrapad@ en esta dinámica disfuncional y entender cómo funciona el Triángulo. Es importante que tú y tu pareja os comprometáis a trabajar juntos para salir de esta dinámica.

2. Identificar tus roles: En el caso de María y Pedro deben identificar cuál es el papel o papeles de cada uno. María puede reconocer que ha estado actuando principalmente como Víctima, mientras que Pedro ha estado actuando como Salvador. Entender los beneficios secundarios de estos roles. Por ejemplo, en el de Víctima no asumir la propia responsabilidad, y en el de Salvador, sentirse importante y útil y no soltar el control, ni asumir su propia necesidad de apoyo.  Es importante que ambos miembros de la pareja asuman la responsabilidad de sus acciones y se comprometan a cambiar.

3. Comunicación efectiva: María y Pedro deben trabajar en su comunicación. Es importante que ambos miembros de la pareja se escuchen mutuamente sin juzgar ni culpar al otro. Deben aprender a expresar sus necesidades y sentimientos de manera clara y respetuosa. Es decir, en el caso de María, puede asumir que necesita ayuda para desarrollar sus capacidades y aun así puede asumir que la responsabilidad de que las adquiera es sólo suya. Pedro puede facilitarle a María ayuda, sabiendo que no es su responsabilidad y respetando en todo momento su manera de hacer, aunque sea diferente.

4. Desarrollar la autonomía: María debe trabajar en su propia autonomía y en su capacidad para tomar decisiones por sí misma. Pedro debe aprender a confiar en María y permitirle que tome sus propias decisiones. Es importante que ambos miembros de la pareja se apoyen mutuamente en su crecimiento personal.

5. Establecer límites: María y Pedro deben establecer límites claros y respetar los límites del otro. Es importante que los dos se sientan seguros y respetados en la relación. También en el caso de Pedro que es bueno que también se deje ayudar por María y entender que él también tiene derecho a sentirse vulnerable.

Para concluir, el camino para poder pasar a una dinámica más madura es primero entender cómo funciona esta dinámica dramática para poder reconocer y aceptar cuál es el rol o roles que estoy tomando en la relación. Poderexpresar mis necesidades a mi pareja desde otro lugar más neutro, sin pretender manipular, salvar o que me salven. Es decir, ser responsable en todo momento de mis necesidades o deseos. Entender que hay cosas que puedo necesitar desarrollar y facilitarme los recursos para que eso ocurra y por último entender cuáles son mis límites y los de mi pareja, y respetarlos ambos.

Espero que te haya parecido interesante como se desarrolla esta dinámica y que pasos podemos empezar a dar para salir de ella. Coméntame más abajo si te has sentido identificad@ en alguno de estos roles. Me encantará leerte 😉

Marta Jiménez

Marta Jiménez

Mi nombre es Marta Jiménez y ayudo a mujeres que han sufrido en sus relaciones sentimentales a superar estas situaciones y encontrarse a sí mismas para poder construir relaciones sanas. Y lo hago a través de un método personal que combina la Terapia Gestalt, el coaching y otras formaciones.
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