Cuando nos quejamos, aunque no nos demos cuenta, echamos la culpa de lo que nos pasa a algo ajeno a nosotros. Cualquier asunto del que nos quejamos (nuestros seres queridos, nuestro trabajo, la sociedad, etc.) no tiene el poder de generar un cambio sustancial para nosotros. Sin embargo, nosotros sí tenemos esa posibilidad de cambio. De esa forma, cuando nos quejamos, estamos perdiendo nuestro poder a través de la queja, lanzando el mensaje de que lo que nos sucede no depende de nosotros.
Evidentemente, no podemos controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor, aunque lo que sí podemos es elegir la manera en la que nos afecta y las decisiones que tomamos en base a lo que nos sucede. Siempre podemos elegir si algo de nuestro entorno nos está afectando negativamente. Es necesario leer el mensaje y el aprendizaje que hay detrás porque quizá haya llegado el momento de dejar ese trabajo que ya no nos llena y buscar otro que sí lo haga o tal vez tengamos que dejar marchar una relación de pareja o amistad que ya no es saludable para nosotros, o puede que exista algo en nuestro interior que necesitemos dejar atrás o modificar.
En cualquier caso, si tomamos la responsabilidad, siempre merecerá la pena aunque nos equivoquemos. Siempre será mejor caerse y levantarse después de un aprendizaje que quedarse con las ganas y estar siempre en el eterno “¿Qué hubiera pasado si me hubiera atrevido a…?”
Te invito a que la próxima vez que te quejes, pares un momento y reflexiones con preguntas como «¿Qué puedo hacer con esto que me pasa?», «¿Cuál es la decisión que estoy postergando y que me pide esta situación?», «¿Qué parte de mí tiene que ver en todo esto que me sucede?», «¿Cómo podría hacerlo de otra manera?» Así podremos ver cuál es el cambio necesario que nos está pidiendo la situación; puede que sea algo interno nuestro o externo relacionado con nuestra situación o entorno. Sea lo que fuere, merece la pena descubrirlo y recuperar nuestro poder personal.
Ahora te invito a que comentes cuál es tu experiencia sobre este tema en info@sendagestalt.com, me encantará escucharte 😉